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lunes, 27 de septiembre de 2010

Zauberball - Ya están aquí!!



Bieeeeeen,


llevaba cienes y cienes de meses queriendo tener esta lanita y ¡ya es mía!


Desde que la vi en algún lugar decidí que era la más bonita del mundo. Y es cierto.


¿Quién en su sano juicio gastaría esta lana en un calcetín?? No sólo porque un pie no siempre es elegante e inodoro, sino porque irían tapados.


Y esta lana es de enseñar-enseñar.


Además es la primera que me ha llegado a mi nueva dirección (miento, tuve que ir a por ella al mismísimo correos de enfrente de la Cibeles) y venía en un paquete precioso, con pastillitas de violetas de regalo.


Total, que estoy deseando terminar mi famosa capuchfanda de regalo (no pongo fotos para que la sorprendida no tenga ni posibilidades de asomarse a ella) y hacer, por ejemplo un slinky hat que lo tengo en la cola del ravel desde hace ni se sabe el tiempo...

martes, 14 de septiembre de 2010

Re-descubrimientos y regalos de última hora

Parece que no espabilo nunca y siempre termino haciendo regalos de cumpleaños el día anterior de, o todo lo más dos antes de.
Así que luego, lo que en teoría y en mi imaginación era precioso, lo tengo que apañar a toda velocidad, con materiales inventados, no los más apropiados yyyy queda un churro comparado con lo que mi mente sugirió.
Ejemplo práctico 1: cumpleaños de mi amiga, y ahora compañera de piso, Estela. ¿Cuándo? Mañana día 15.
Ana tiene que hacerla un regalo.
Ayer, día 13, se pone a pensar en ello mientras hace que curra y se dice a sí misma: "pues unos zapatos y una camiseta no estarían mal".
Contando con que vivo a escasos 5 minutos de la calle Fuencarral, parece que todo está hecho y pinta sencillo.
A parte de esto, tengo que hacerle una bufanda con capucha a una amiga que me la ha encargado y que vive ni más ni menos que en Dinamarca, con lo cual tiene que estar rapidito para que la pueda aprovechar en breve, que empieza el duro invierno allí. Bien. Tenía yo unas lanas de nuestro querido gitano que estaban gritando que eran las escogidas. Lo que pasa que yo quería tejer con dos hebras a la vez. Al hacer la primera prueba el otro día, descubrí que la lana se me iba a acabar en 0,2 o sea que necesitaba otra lana más básica para así coger una hebra de cada. (Aunque parezca que esta historia no tiene nada que ver con la anterior juro que hay un final combinado).
Y me digo a mí misma, "¡Pero si ahora vives en Madrid, vete a lanas Sixto, El Gato Negro o Pontejos!" Y allá que me lanzo. Por el camino descubro miles de tiendas de telas geniales, nada de patchwork de las que te tienes que empeñar un riñón, todo mucho más asequible. Incluso descubro que en una venden los muestrarios de las colecciones por 0'50. Obviamente me lanzo a por ellos porque en mi habitación tengo 3 ventanitas que tapar con algún tipo de cortinilla, que si no entra demasiada luz.
Y pienso, pues este muestrario le iría genial a la habitación de la Este (Que también tiene una miniventanita de éstas). Y se me ocurre la feliz idea de confeccionarla también una cortina.
---Se empieza a complejizar la dimensión regalo/tiempo---

Ahora llegan los primeros momentos estrés: me paseo por las tiendas, busco la lana, la compro, no he traído agujas de ese número, no quiero pagar por las buenas buenas si en los chinos las hay muy apañadas, me voy de chinos, no tienen agujas, sigo de chinos, siguen sin agujas, los muestrarios pesan que es un cojón, me empiezo a cansar. Se me ocurre que el remate ideal, visto que me va a sobrar tela de su muestrario sería forrar una cajita y meter el regalo dentro. Me voy de tiendas de ropa, consigo encontrar el regalo moderadamente rápido (no son zapatos, es un mono palabra de honor y un cinto), sigo paseando la bolsa con los muestrarios, la lana, el regalo, sigo de chinos, encuentro la dichosa caja, no encuentro las agujas, me doy por vencida, me llamo subnormal por no haber comprado las otras (que total no eran tan caras) y ya muerta del todo me arrastro a casa.
Casa en la que por cierto vive ella, o sea que no me puedo poner con mis manualidades Art Attack en medio del salón. Me hago la muerta más de lo que estoy y me piro a la cama a las 22:30 aduciendo que voy a sobar ya, pero claro, se me oye trastear hasta la 1 mientras corto la cortina, la hilvano, hago el dobladillo, empiezo a forrar la caja... (a lo que presupongo que ella habrá pensado: "esta autista/borde no quiere estar conmigo más que lo estrictamente necesario").
Resumen: es martes y yo todavía necesito:
a) Terminar de forrar la caja,
b) Poner la cinta que frunce la cortina,
c) Poner el velcro que la anclará en su posición futura,
d) Guardar la ropa dentro de la caja y
e) Hacer que todo sea presentable.
Y viene un amigo suyo a pasar la noche y a que le paseemos. Me huelo que vamos a ir de cañas/tapas+un conciertillo gratuito que he visto que hacen en el stand de telefónica de Gran Vía. O sea. No tengo tiempo a no ser que lo haga de madrugada.
Qué cruz de vida. Y siempre igual, no aprendo ni a tiros.
Mañana en el curro a ver quién me aguanta...
Pd1: Pensaba que mi móvil hacía malas fotos y al verlas ahora lo que descubro es que está suciooo
Pd2: Había decidido desde hoy hacer los post bilingües, pero con este tamaño... paso, otro día será.

martes, 7 de septiembre de 2010

Se acabó el verano

Madre mía, llevo desde Mayo sin actualizar esta página.
Y es que realmente he estado vaga-vaga en cuanto a creación se refiere. Tampoco es que me haya sobrado el tiempo a montones, pero que no, que no, que no tenía inspiración, luego no tenía ganas, cuando tenía ganas no sabía qué hacer, cuando sabía qué hacer me quedaba fatal...
En fin, que el verano no ha sido una época productiva. Supongo que en cierta manera es lógico, porque andar con lanas no apetece con estos calores...
Pero bueno, el principio del curso viene con un montón de novedades, siendo la primera y más importante el cambio de trabajo y ubicación. Me he trasladado a Madrid, que sí, está a tiro de piedra, pero me fastidia que ya no voy a poder quedar tan a menudo con las chicas de ¿en punto o a y media? y además probablemente, con las temperaturas light que tienen aquí hasta a lo mejor me sobra mi colección de bufandas, gorros y etecés.
A lo que vamos... que después de un periodo sin inspiración, uno de nuestros proyectos inconcretos se concretó y pudimos poner nuestro primer puestecito lanero chispas en el día del Alfoz de Lara.
El problema es que en Agosto ya se sabe que las agendas están que echan humo y la mayoría no pudimos asistir de cuerpo presente (como una servidora que tenía boda en otro lugar lejano del mapa ibérico) pero nuestras creaciones sí que pudieron estar allí.
De repente me entró una inspiración bárbara, oiga. Fuera bromas, fue tener un propósito en esta vida tejeril y que mi cerebro entrara de nuevo en funcionamiento.
Aquí tenéis una pequeña muestra de lo que llevé yo:
Un bolsito vaquero ideado tras ver el patrón Fly Front Dishcloth de Bernat Design Studio, por delante es prácticamente igual y por detrás le hice los dos bolsillitos de la culera del pantalón.
Luego me pasé al ganchillo en espiral e hice otro pequeño bolsito bastante vistoso, en blanco y rosa-morado. La lana blanca es de las malas de los chinos, pero la rosa es el sobrante que me quedó después de hacer el gorro y la braga (en Burgos se llama braga a los abriga-cuellos) del año pasado y se nota un montón que es mucho más bonita, pero creo que con el blanco hace buen efecto. Podéis encontrar un patrón parecido en Ravelry.
Utilizando la misma técnica hice una pequeña carterita azul y verde, el verde es más vivo, pero al haber hecho la foto en la hierba se pierde un poco el efecto.
Y como el propósito era hacer cosas fácilmente vendibles, lo que implica precio asequible y carga de trabajo baja o moderada, pues me lancé a los típicos brochecitos, que creo que quedaron bastante apañados (aunque parece que la gente es incapaz de ver un cerdo de lado en vez de de frente). El cerdito lo hice parecido a una foto que me gustó del blog Puntos cardinales, pero en punto bajo que me gusta más y con la colita más rizada.
Y ahora lo que más me gusta. Decidí hacer unos juegos de bolas de malabares, el primero (que me encannnta) lo creé utilizando también la técnica del ganchillo en espiral. Es costoso en tiempo y cansado porque una vez que metes la bola dentro (hice unas bolas de arroz, que pesan y son deformables), cerrar la pelota es más chungo. Pero creo que el resultado es coloridamente espectacular y cómodo de manejar.
Claro, que como éstas llevaban mucho tiempo me di cuenta de que quizá el precio final no fuera de lo más competitivo y decidí hacer otro juego con una lana que compré en Rumanía y que va cambiando de colores, también bastante llamativos, con lo cual el efecto lo conseguía más fácilmente.

Sé que parece que cada una es de un tamaño, pero realmente son todas del mismo.

Al final también llevé cosillas que tenía por casa o que habían sido proyectos que por alguna razón tampoco me convencían y no los había estrenado

O sea, que cargué con un par de gorras rojas, una bufanda de pomponcillos, un chal verde y blanco y todo lo anterior y se lo di a Irene y Sandra, que se convirtieron en unas fantásticas embajadoras con mucho arte comercial. No os podéis perder las fotos que están colgadas en el otro blog, son preciosas!!!

Y han vuelto con un mono de mercadillo que es para verlas, así que tendré que ir reponiendo bolas, bufandas y un poco de tó porque están lanzadas.

O sea que poco a poco iré reapareciendo por aquí. También me ha pedido una amiga que le haga una gorro-fanda para los inviernos polares en Dinamarca capital ni más ni menos, o sea que tendré que sacar las lanas de Ñu y toda la artillería pesada...

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